La empresa Neuralink, propiedad del empresario Elon Musk, ha probado con éxito en cerdos el chip que pretende curar el día de mañana enfermedades neurológicas. El dispositivo, implantado en el cráneo, permite medir la actividad cerebral, pero va a tener muchas más aplicaciones.

El chip mide 23 milímetros por ocho milímetros, lo puede implantar un robot quirúrgico sin necesidad de dar anestesia general al paciente y se puede retirar y volver a poner si uno lo desea, destacó el visionario empresario californiano.

El tamaño del chip permite que no se vea, pues queda tapado por el cabello, la batería se recarga por la noche y la idea es que, cuando esté plenamente desarrollado para humanos, pueda conectarse al teléfono celular. Según Musk, pueden ponerse varios chips en un solo individuo para diferentes fines.

Algunos científicos han afirmado que el producto de Neuralink podría servir de ayuda para algunos problemas neurológicos y a personas con parálisis les permitiría controlar un ratón de computadora.

Musk fue más allá en la presentación y dijo que entre las capacidades potenciales de la interfaz cerebro-dispositivo de Neuralink está manejar un automóvil Tesla solo con el pensamiento, jugar videojuegos, “salvar y reproducir recuerdos” o incluso hacer caminar de nuevo a personas con daños en la médula espinal.

Antes de esta iniciativa de Neuralink, ha habido neurocirujanos que han usado pequeños dispositivos electrónicos para estimular los nervios y algunas zonas del cerebro con el fin de tratar la pérdida de audición o la enfermedad de Parkinson y ha habido experimentos con implantes en el cerebro.

Vía: El Mundo

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