La red de cooperativas venezolana Cecosesola recibió este miércoles en Estocolmo el reconocimiento a más de medio siglo de trabajo colectivo en la gala de entrega del denominado premio Nobel Alternativo de la fundación sueca Right Livelihood Award.
Cecosesola fue distinguida junto al centro somalí Elman Peace, el ucraniano Centro para las Libertades Civiles y el Instituto Africano de Gobernanza Energética.
«Hoy recordamos los tiempos duros causados por malentendidos, sobre todo con los políticos. Poco a poco, con mucho esfuerzo, hemos logrado hacerles entender que no buscamos el poder. Trabajamos en una organización sin beneficios en proceso continuo de transformación», dijo en su discurso Lizeth Vargas, representante de Cecosesola.
Vargas dedicó el premio, entre otros, a los fundadores que en 1967 tuvieron el «coraje» de crear unos servicios funerarios «sin recursos ni conocimientos previos», a las 100.000 familias que usan sus servicios, a los más de mil asociados, 300 productores agrarios y 20.000 cooperativistas.
También tuvo un recuerdo para la Cooperativa de Transporte Público, que en 1980 «rescató» a Cecosesola cuando las autoridades locales trataron de cerrarla.
Fundada en el estado de Lara, Cecosesola es una red de organizaciones de base comunitarias de zonas de bajos ingresos que producen y suministran bienes y servicios asequibles, desde servicios funerarios cooperativos hasta mercados de alimentos, una red sanitaria, granjas de producción agrícola o plantas de procesado.
El movimiento cooperativista venezolano compartió protagonismo en la gala con el resto de galardonados, como el Centro para las Libertades Civiles de Ucrania, cuya directora, Oleksandra Matviychuk, denunció en su discurso la guerra de «agresión» rusa en su país.
«El sistema de paz y seguridad internacional es incapaz de frenar los crímenes ruso contra la población civil», dijo.