Los traumatismos están a la vuelta de la esquina porque los fuegos artificiales explotaron, el perro salió corriendo, saltó la cerca y escapó, quedó atascado en una reja y se maltrató. El veterinario Otto Alvarado enumera los accidentes que se repiten todos los años.

El 24 y 31 de diciembre son las fechas predilectas de la pirotecnia y la parranda con música a todo volumen, pero las mascotas no disfrutan de la festividad con tanto entusiasmo como sus dueños. El riesgo de ser pisados, tropezados e intoxicados aumenta si son expuestos al ambiente de celebración de su familia humana.

El médico veterinario Otto Alvarado, en conversación con El Pitazo, explicó cuál es la forma correcta de preparar una habitación para perros y gatos.

El término encerrarlos es cruel, yo le diría preparar una habitación especial en la que ellos pasarán la noche o el día festivo. La reunión familiar es de humanos, de nosotros. El perro o el gato no se molestarán porque no los inviten. Hay unos que comparten sin problema pero otros que no. Ellos no necesitan estar en el momento del feliz año, no tiene sentido. Allí surgen los accidentes.

Un baño o depósito no son los lugares correctos o más adecuados para dejar a las mascotas. El sitio debe contar con comodidades como cobijas, almohadas, juguetes, cama y ventilación, todo esto para evitar accidentes como caídas de estantes o rupturas de materiales frágiles que puedan atentar contra la vida del animal.

‘‘Venía con el plato de hallaca, se me cayó y el perro se lo comió’’: esa situación satura a la mascota por ser alimentos que no procesa con facilidad.

La ingesta de cuerpos extraños, por ejemplo: el niño Jesús del nacimiento; provoca que los perros sean llevados de emergencia a una clínica para ser intervenidos de inmediato.

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