En 1982 llegó a Venezuela un supuesto jeque árabe que estaba interesado en invertir 500 millones de dólares en la zona del Caribe.
Este jeque era Alá Al Fadilli Al-Tamini, quien llegó al país cargado de maletas, acompañado de 25 mujeres (12 eran sus esposas) y un gran equipo de seguridad.
El hecho despertó el interés de todos los empresarios de categoría del país, quienes hicieron lo posible para conocer al “jeque millonario”, quien regaló pepitas de oro a cada uno de sus conocidos para demostrar la riqueza con la que llegaba.
El supuesto jeque fue embelesando a los empresarios con fiestas y comidas que incentivaron el deseo de todas las compañías para recibir una parte del dinero que traía Al-Tamini.
Al conocer la lentitud del sistema bancario de la época para la confirmación de cheques de viajero, y aprovechándose de la confianza que había generado en la élite capitalina, el “jeque” realizó una enorme fiesta en el Hotel Tamanaco para firmar alianzas con todos esos empresarios con los que compartió.
Durante toda la noche, mientras el “jeque árabe” bailaba perfecto la salsa y tomaba grandes cantidades de whisky, endosó una enorme cantidad de cheques falsos con los que pagó el hotel, los gastos de la fiesta y regalos para todos los asistentes.
Al conversar con todos los propietarios de compañías, este excéntrico inversor ofreció 100 millones de dólares de su cuenta personal para un negocio en Venezuela, por lo que logró recoger 10 millones de dólares de los empresarios caraqueños para participar del negocio y sus ganancias.
El 25 de agosto de 1982 realizó su última fiesta para seguir recaudando grandes sumas de dinero, Sin embargo, en horas de la madrugada se despidió de los invitados y se fue a dormir. Esta fue la última vez que lo vieron.
Se estima que el jeque recogió cerca de 20 millones de dólares durante su pasantía por Caracas. Solamente el Hotel Tamanaco perdió 400.000 bolívares por consumo de Al-Tamini, además de los millones perdidos por los inversionistas. Sin embargo, no muchos denunciaron la estafa por “vergüenza”.
Vía: VPI TV