La historia de Glass Marcano no es la habitual de una joven que sale de Venezuela en busca de sus sueños.

Todo empezó con una búsqueda de google, un obstáculo de 150 euros y un email que le decía que había sido elegida para participar en un concurso para directoras de orquesta en París.

Hace tres meses la joven de 24 años vendía fruta con su madre en Yaracuy, en el centro-oeste de Venezuela. Salió por primera vez de su país de forma rocambolesca y ahora se hace selfies con la Torre Eiffel de fondo.

Pero luego llegó la pandemia, el cierre de fronteras en Venezuela, un vuelo humanitario y varias embajadas involucradas. Una funcionaria francesa en el aeropuerto de Caracas le dijo: «Hija, ¿usted quién es? Ni siquiera con el presidente recibimos tantos correos para que lo monten en un avión como recibimos con usted».

Marcano llegó a horas del inicio de la competencia. Y se subió al podio.

«En muchas ocasiones sentí que no estaba en la realidad. Era una experiencia nueva para mí, estaba impresionada de todo, me sentía que estaba en otro planeta. Personas del jurado me dijeron que estaban sorprendidos de que hubiera llegado a la semifinal con tanto nivel en la competencia». Marcano no ganó pero logró un premio especial.

Vía: BBC Mundo

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