Ante el Consejo de Derechos Humanos, Michelle Bachelet durante la 45ª sesión del Consejo de Derechos Humanos celebrada en Ginebra, expuso la más reciente actualización del informe sobre el seguimiento que hace su oficina a la situación que atraviesa Venezuela. Aseguró que han registrado desde enero «más de 2.000 muertes» en la nación sudamericana envuelta en una severa crisis en todos los órdenes.
La presentación de Bachelet abarca el período entre el 2 de julio y el día de hoy, y en ella hizo referencia a los recientes indultos, las protestas, la libertad de expresión, las FAES, la pandemia, las sanciones, las acciones del TSJ y el clima político electoral del país.
Ratificó que el pasado 14 de septiembre reconoció «la adopción reciente de medidas positivas por el Gobierno de Venezuela, como el indulto a 110 personas, la liberación de 40 y una mayor cooperación con mi Oficina. Seguiremos brindando asistencia técnica al Gobierno», dijo la Alta Comisionada.
Bachelet informó que su Oficina «siguió documentando casos de represión de protestas pacíficas en el contexto del estado de alarma vigente desde marzo, incluyendo las detenciones de manifestantes protestando por los bajos salarios y pensiones, las deficiencias de servicios públicos y la escasez de gasolina».
Se refirió a los casos de dos manifestantes muertos en Anzoátegui y Zulia, presuntamente por la acción de las fuerzas de seguridad.
«El Ministerio Público inició investigaciones para clarificar tales hechos», acotó.
Bachelet dijo que han observado restricciones a la libertad de expresión.
«Esto incluye la aplicación de la legislación en contra del odio, ataques en contra de defensores de derechos humanos y agresiones y detenciones de periodistas».
Reconoció los esfuerzos de las autoridades hacia los migrantes venezolanos retornando al país. Sin embargo, puntualizó la Alta Comisionada, «me preocupa el discurso estigmatizador de algunas autoridades que responsabilizan de introducir la COVID-19 en Venezuela, a los que retornan por cruces irregulares».
«Reconozco la implementación de protocolos de bioseguridad relativos a la COVID-19 en los centros de detención. Pero reitero mi llamado a mejorar sustantivamente las condiciones de salud, acceso a agua, alimentos y medicamentos, y garantizar contactos regulares con los familiares y abogados, bien física o telefónicamente, así como de explorar medidas alternativas a la privación de libertad».
Bachelet dijo que «asociaciones profesionales han informado que el 33 por ciento de las muertes por COVID-19 han sido del personal de salud debido sobre todo a la carencia de equipos de bioseguridad y de agua en los hospitales».
Afirmó que la pandemia se ha sumado a otras emergencias pre-existentes, como la alimentaria. Indicó que Caritas reportó que la tasa de desnutrición aguda infantil alcanzó el 15 por ciento en julio de 2020.
«También reportó que un mayor número de familias acuden a estrategias de sobrevivencia, incluso dejar de comer para que otro familiar pueda hacerlo».
Bachelet alertó sobre posibles sanciones al diesel.
«La imposición de sanciones adicionales a las exportaciones de diésel puede agravar aún más la ya crítica escasez de gasolina y obstaculizar la distribución de ayuda humanitaria y bienes esenciales. Quisiera reiterar mi llamado de levantar las sanciones económicas para facilitar la asignación de recursos durante la pandemia».
Al igual que en anteriores informes, Bachelet se refirió a los operativos de seguridad en los sectores populares.
«Me preocupan los altos números de muertes de jóvenes en barrios marginados como resultado de operativos de seguridad. Basado en un análisis de fuentes abiertas, mi Oficina registró 711 muertes de junio a agosto, llegando a más de 2,000 muertes desde enero de 2020».
Consideró como positivas las detenciones de cinco miembros de las Fuerzas de Acción Especiales (FAES), presuntamente responsables de la muerte de dos personas en Zulia el 21 de agosto. «Las declaraciones públicas del Fiscal General sobre este caso muestran un patrón similar al documentado por mi Oficina, en los que, tras ejecutar a las víctimas ya neutralizadas, los cuerpos de seguridad las roban y manipulan la evidencia para presentar los hechos como un enfrentamiento», añadió.
Asimismo, el Ministerio Público informó que recientemente se habría imputado a 70 funcionarios de las FAES en distintos estados del país.
Bachelet manifestó preocupación por las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia «que obstruyen la libertad de selección de los representantes de siete partidos políticos y el nombramiento no consensuado de los miembros de Consejo Nacional Electoral (CNE), así como la modificación por parte de este Consejo del mecanismo de selección de representantes indígenas para la Asamblea Nacional, de los cambios al sistema electoral y a la composición de la Asamblea Nacional sin un proceso inclusivo de consulta previa».
Consideró «crucial que en los próximos meses se proteja el espacio cívico y democrático y se continúe con las liberaciones de todas las personas que siguen privadas arbitrariamente de libertad por ejercer sus derechos. Hago un llamado a seguir trabajando en la construcción de acuerdos para alcanzar condiciones para el desarrollo de procesos electorales creíbles, libres, inclusivos y equitativos».