Proviene de la zona centro-occidental, donde se elaboraron los primeros panes Venezolanos, específicamente de El Tocuyo.

Es un bizcocho o bollo de pan aderezado con ingredientes representativos de la región, como el papelón y otros añadidos como anís, vainilla, nuez moscada y canela.

El origen de su nombre se lo disputan varios orígenes: Uno dice que proviene del vocablo arábigo “asemid”, otros del latín “semilla” que, a su vez, viene del griego “zimites”. Y, aún más atrás, se encontró la voz sánscrita “semida”.

Se dice que la palabra acema o acemita significa «flor de la harina o pan hecho con levadura».

Su origen se remonta a las colonias, en donde los esclavos que trabajaban en los cultivos de trigo, de las zonas montañosas del municipio Morán (Lara), se apropiaban de lo que quedaba en las piedras de moler de sus amos y se lo llevaban al culminar las jornadas; igualmente hacían los esclavos que trabajaban en los trapiches y en las cocinas. Al juntarse el trigo, el papelón y las especies que tomaban los esclavos, comenzaron a preparar panes en forma clandestina.

Se cuenta que los propietarios comenzaron a permitir la elaboración de la ACEMITA, ya que al probarla se percataron de la exquisitez de la misma, es así como se dio a conocer.

Es elaborada en panaderías artesanales, y distribuida a diversas zonas de Lara y el país. Las más famosas son las de La Niña Engracia, Patrimonio Cultural de El Tocuyo, considerada madre de este suculento pan. Aunque ya no se encuentra entre nosotros, sus familiares continúan con la tradición.

Con su forma típica ovalada, este manjar autóctono se encuentra a la venta en las carreteras larenses y junto a los bailes, tradiciones y cultura, es uno de los atractivos para los turistas que van a la región, es un tesoros del recetario Larense.

 

Vía: venezuelatuya.ve

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí