Hoy se celebra la fiesta de San Francisco Solano, misionero franciscano en América, que vivió entre los siglos XVI y XVII.00
Consagró su vida a la evangelización de los indígenas y al acompañamiento espiritual de quienes llegaron -como él- al nuevo continente.
Poseía una gran voz, alma musical y gran elocuencia. Se dice que tuvo don de lenguas -fue habilísimo para hablar en las lenguas originarias de América- y que hizo curaciones milagrosas.
Francisco poseía un espíritu muy alegre, y transmitía esa alegría a sus oyentes mientras cantaba o tocaba su rabel (instrumento semejante al violín).
Fue enviado a América en calidad de misionero. Recorrió las tierras de Sudamérica a lo largo de 20 años evangelizando sus pueblos.
Acabado por una penosa enfermedad, partió a la Casa del Padre el 14 de julio de 1610, día de San Buenaventura, a quien profesaba gran devoción.
La Iglesia universal celebra su fiesta el 18 de mayo; sin embargo, la Orden franciscana lo celebra el 14 de julio.
Vía: Aciprensa