Juan Crespo, presidente de la Federación de Trabajadores de la Harina (Fetraharina) aseguró que el precio de productos panaderos se incrementó, hasta en un 100%, luego de las elecciones presidenciales realizadas el 28 de julio pasado.
El dirigente apuntó que, como representante del gremio, ha denunciado que se trata de aumentos de precios sin justificación. Asimismo, advirtió que el consumidor resulta el más afectado ya que adquiere productos, entre los que mencionó el pan tipo canilla, el cual es vendido “como si tuviera demasiada vitamina”.
“No se puede jugar con el pan, porque es este rubro el que utiliza el venezolano para satisfacer sus necesidades alimenticias”, adujo Crespo, quien también descartó que exista desabastecimiento de materia prima en el sector.
Denuncia Crespo, que mientras venden los productos en divisas, le siguen pagando a los trabajadores un sueldo mínimo de 130 bolívares, lo cual no es más que una vulgar explotación, asimismo reveló que al día siguiente de las elecciones todos los productos se incrementaron en un 100% sin ninguna justificación.
Revela que en los últimos 8 años han estado denunciando que la situación de las empresas se debilitaba cada día más, que iban en decadencia y de hecho ya no existen las 10.000 panaderías artesanales, sin meter las industriales , siempre rechazaron la libre importación, ya que ingresan al país productos terminados, sin pagar impuestos ni aranceles, en lo que constituye una competencia totalmente desleal, porque los empresarios nacionales, emprendedores, si tienen que pagar sus tributos que establece la ley.
Admite Crespo que no hay problemas de desabastecimiento de materias primas, no hay crisis en esta área.
Advirtió que, mientras en el sector los productos terminados se comercializan en dólares, los trabajadores devengan sueldos de Bs.130 en jornadas laborales que se extienden entre las 12 y 16 horas, lo que calificó como “explotación laboral”, indica.
Juan Crespo insiste en que no hay problema con las materias primas, pero los trabajadores están siendo explotados, tienen que trabajar 12 a 16 horas diarias, no les pagan horas extras, además cuando sienten que les están vulnerando sus derechos, van a la inspectoría del trabajo y no son atendidos.
Vía: El Impulso