La salud no es un lujo, es un derecho humano fundamental. Ha sido la reivindicación del director de la Organización Mundial de la Salud Tedros Adhanom Ghebreyesus en la apertura de la su cumbre anual este domingo en Berlín.
“¿Qué significa llevar a la sanidad mundial al siguienet nivel? Un nuevo acuerdo mundial, una nueva arquitectura mundial, un nuevo enfoque mundial. Porque la salud no es un coste, es una inversión. No es un simpe resultado del desarrollo, sino el medio. La sanidad es un derecho humano fundamental. No es un lujo”.
El anfitrión del evento, el canciller alemán Olaf Scholz, ha prometido una donación de su país de 35 millones de euros para el fondo contra la polio, que sigue causando estragos en países como Afganistán y Pakistán.
“El Gobierno alemán continuará apoyando activamente la investigación guiada por la curiosidad científica. EL Pacto de Investigación e Innovación se ha establecido para esto, así como nuestro compromiso de incrementar los fondos para investigación y desarrollo hasta el 3,5% del PIB para 2025”.
Los temas fundamentales de estas tres jornadas serán la prevención de las nuevas variantes de COVID y las campañas de vacunación, los efectos del cambio climático en la salud, junto a la seguridad alimentaria y las consecuencias de la guerra en Ucrania.
