Genessi Pinto estudió la carrera de Relaciones Industriales pensando que sería su profesión de por vida en Venezuela. Al migrar a Perú, en el año 2018, encontró, sin quererlo, su verdadera pasión: ser una cheesemonger o una experta en el manejo de quesos artesanales. Ese fue su primer trabajo como migrante en Lima y, aunque tuvo muchas dudas en el camino, este empleo temporal se transformó en una profesión que adoptó con mucho cariño.
La venezolana de 27 años de edad confiesa para El Diario, entre risas, que el único recuerdo que tenía en su mente sobre la preparación de quesos radica en su infancia. Recuerda que siempre veía un comercial en la televisión nacional que mostraban rápidamente la preparación de este alimento, pero no imaginó el mundo que había detrás. Esa imagen quedó siempre guardada en su memoria y no tuvo sentido hasta que empezó a buscar trabajo en Perú.
Esa imagen quedó siempre guardada en su memoría y no tuvo sentido hasta que empezó a buscar trabajo en Perú.
En El Tigre, estado Anzoátegui, Genessi se acostumbró a estar en un ambiente de oficinas y computadoras; cuando llegó a Perú su rutina cambió y trabajó frente a un mostrador atendiendo a los clientes que preguntaban por los mejores ejemplares de cada alimento.
Pinto afirmó que tuvo que estudiar muchísimo para poder entender el mundo de los quesos curados y la charcutería en general. También comenta que siempre ha sido una persona autodidacta y comprometida cuando desea lograr un objetivo. Fue así como comenzó a trazar una hoja de ruta.
Primero comenzó por plantearse llegar a ser una cheesemonger (una experta en quesos). Su segunda meta era llegar a participar en el World Cheese Awards, que es el certamen más importante para valorar creaciones únicas de queso en el mundo. Hoy con mucho orgullo dice que es la primera venezolana que será jueza de este concurso en el que se califican más de 4.000 ejemplares de quesos.
Vía: El Diario