La larga era de Angela Merkel, quien dominó la política alemana y europea en los últimos años, llegó a su fin.
Tras 16 años en el poder, Merkel decidió no postular a un nuevo mandato y será sucedida por un gobierno de coalición liderado por el socialdemócrata Olaf Scholz.
Merkel dejará el cargo de canciller de Alemania la semana que viene y este jueves en la noche participó en una ceremonia militar en su honor, para la que ella misma eligió la música.
En el evento, Merkel instó a la audiencia a «ver siempre el mundo a través de los ojos de los demás».
Merkel aseguró que sus cuatro mandatos (de cuatro años cada uno) fueron «años llenos de acontecimientos y, a menudo, muy desafiantes».
Después de casi dos años de pandemia, la aún canciller no pudo evitar referirse a las noticias falsas que complican la lucha contra el coronavirus, y a las teorías de la conspiración.
«Los dos últimos años de pandemia, en particular, han mostrado, como una lupa, la gran importancia de la confianza en la política, la ciencia y el discurso social, y también lo frágil que es todo eso», apuntó Merkel.
Se espera que el nuevo gobierno pueda formarse definitivamente en diciembre, una vez que supere la votación en el Parlamento prevista para entre el 6 y el 9 de ese mes.
En la prensa alemana ya lo han bautizado como el «gobierno semáforo», por los colores de los partidos que lo van a formar (rojo de los socialdemócratas, verde de los verdes y amarillo de los liberal-demócratas).
La ceremonia militar, conocida como grosser Zapfenstreich («gran tatuaje»), tiene sus orígenes en el siglo XVI y es el mayor tributo que ofrece el ejército alemán a los políticos salientes.