Juan Félix Sánchez, nacido en San Rafael de Mucuchíes en 1900, fue un arquitecto y artista venezolano, quien también se desempeñó como agricultor, juez, político y narrador.
Su obra más conocida es la Capilla de San Rafael de Mucuchíes, la cual se convertiría en una de las obras arquitectónicas más reconocidas de los Andes venezolanos.
Sánchez fue agricultor, arriero, pintor, mago, equilibrista, maromero, Presidente de la Junta Comunal de San Rafael, titiritero, payaso, juez, arquitecto, escultor, ingeniero empírico y narrador, entre otras cosas.
Además de arquitecto autodidacta fue un creativo tejedor de ruanas, cobijas y sombreros, un excepcional escultor y un audaz diseñador de muebles que rompían con parámetros tradicionales de la simetría y la comodidad.
Los que lo conocieron, dicen que fue un hombre que emanaba alegría y paz interior. A través de su vida expresó las posibilidades de desarrollo del ser humano, más allá de las limitaciones ajenas a su propio ser. Juan Félix Sánchez ofreció usar el terreno de su propiedad y se hizo miembro fundador de Medatia, en un afán de dejar un último legado para su pueblo.
Juan Félix llevó una vida «común», propia de su entorno, desarrollando una profunda sensibilidad por lo que lo rodeaba. Premio Nacional de Artes Plásticas, este artista utilizó la piedra y la madera y los transformó en verdaderos vehículos de expresión.