La creatividad infinita que no tiene precedentes, así habría pensado Fruto Vivas con el Árbol para vivir, un conjunto residencial que ganó la admiración de los visitantes desde los años 90 y que no pasa desapercibida entre las demás edificaciones.

La majestuosa obra arquitectónica fue un pedido de la Cooperativa de Trabajadores de Pequiven, para construir un edificio de viviendas en Lechería, Anzoátegui, Venezuela. La propuesta que comenzó a edificarse en 1990 y finalizó en 1994 no estuvo pensada en forma vertical sino en estructuras horizontales.