La iglesia Catedral de Barquisimeto se desbordó de esperanza, amor, alegría y compromiso al acoger la ceremonia de ordenación sacerdotal de seis diáconos transitorios: Anderson Casanova, Antonys González, Héctor Linárez, Miguel Omaña, Rafael Salas y Yeferson Soto. La Santa Eucaristía, que inició a las 9:00 a.m., fue presidida por Monseñor Polito Rodríguez Méndez, Arzobispo Metropolitano Barquisimeto, acompañado por Monseñor Carlos Curiel, obispo de Carora y segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, y Monseñor Owaldo Araque, obispo de Guanare.
El clero de Barquisimeto también estuvo presente, siendo testigos de este significativo momento en la vida de la Iglesia. La Catedral estuvo repleta de familiares, amigos y feligreses que llegaron de diversas parroquias para celebrar este importante acontecimiento. Un ambiente de fe y emoción envolvió a los asistentes, quienes vivieron momentos inolvidables durante el rito de ordenación.
Desde la promesa de asumir el sacramento del orden sacerdotal, hasta la imposición de manos y la plegaria de ordenación por parte de los obispos y sacerdotes presentes, cada instante fue un reflejo del amor y la dedicación que estos nuevos sacerdotes ofrecerán a la comunidad. Un momento especialmente conmovedor fue el de la Postración y el rezo de las letanías, para luego ser revestidos por sus Padres y sus ahora hermanos en el presbiterio, un gesto que representa su unión con Jesucristo y la Iglesia.

En su homilía, Monseñor Polito Rodríguez agradeció al equipo de formadores del Seminario Divina Pastora, liderado por el Pbro. Juan Aldaz, así como a las parroquias que han acogido a los nuevossacerdotes en su camino formativo. El arzobispo hizo un llamado a los recién ordenados a asumir con libertad, dedicación y compromiso la misión que el Señor les encomienda. «No olviden su procedencia, su hogar. Proclamen la palabra sin miedo y permitan que el Señor haga el milagro», instó Monseñor Polito.
Monseñor Polito subrayó que la vocación es, ante todo, una respuesta al amor de Dios, que nos llama a la santidad. En momentos de crisis, Dios sigue amando y llamando, y cada nuevo sacerdote es un testimonio de esta verdad. «El Señor los ha mirado con ternura y les ofrece las herramientasnecesarias para discernir y mantener vivo el ardor por la misión,» afirmó.
Reflexionando sobre la vocación sacerdotal, recordó las palabras del Papa Francisco: «La vida del sacerdote es ante todo la salvación de un bautizado». En este sentido, enfatizó que nuestra vocación es una respuesta al amor de Dios, quien nos llama incluso en medio de la crisis.
En un mensaje conmovedor, se dirigió a todos los sacerdotes presentes: “Haz que tu vida sea un estímulo para quienes han perdido la esperanza, sé un hombre de oración, de sacrificio y compasión.” Esta exhortación resonó en los corazones de los asistentes, recordando que el sacerdote, aunque consagrado al servicio de Dios, también es humano, con sus propias luchas y necesidades, y enfrenta desafíos y fragilidades.

Dirigiéndose a la asamblea, dijo: «Hermanas y hermanos, el sacerdote comparte alegrías y penas. Su corazón se conmueve con el sufrimiento ajeno». En un llamado a la empatía, destacó la importancia de no juzgar a los sacerdotes, quienes, a pesar de su llamado, también enfrentan responsabilidades y retos personales. Monseñor Rodríguez no olvidó a los jóvenes presentes, animándolos a seguir sus corazones si sienten el llamado del Señor. «Si en tu corazón está germinando el deseo de seguir al Señor, no tengan miedo, ánimo, adelante, confíen en Él», dijo con calidez. Les instó a servir con humildad, a unir a los fieles en una sola familia y a siempre recordar el ejemplo del buen pastor.

Con la ordenación de estos seis nuevos sacerdotes, la Iglesia barquisimetana da un paso más en su misión de evangelización y servicio. Desde el año 2020, la Arquidiócesis de Barquisimeto ha visto la ordenación de 21 nuevos sacerdotes, lo que refleja el compromiso de la Iglesia con la formación y el acompañamiento de nuevas vocaciones. La ordenación de estos seis neopresbíteros marca un nuevo camino en la historia de la Iglesia barquisimetana, fortaleciendo su misión de servicio y evangelización.
Con corazones llenos de esperanza, la comunidad católica de Barquisimeto celebra estos nuevos sacerdotes, quienes están llamados a llevar la luz de Cristo a cada rincón de su ministerio. Que su camino de servicio sea siempre guiado por el amor y la gracia de Dios. ¡Gloria a Dios por estos nuevos pastores que guiarán a su pueblo en el amor y la fe!
Vía: Nota de Prensa ArquiBqto