Miles de personas salieron este domingo a las calles de la gran mayoría de las provincias de Siria, y también de Damasco, después de que los rebeldes islamistas se hicieran con la capital del país árabe y la declararan «libre» del presidente Bachar al Asad, que se aferró al poder durante 24 años.

Medios árabes como la cadena de televisión privada catarí Al Jazeera difundieron imágenes de grandes concentraciones de gente en la Plaza de los Omeyas, en el centro de Damasco, y de ciudadanos inmortalizando con sus móviles el clima de júbilo en la capital siria tras la caída de Al Asad.

Estas celebraciones se produjeron en paralelo a tantas otras en la inmensa mayoría de las provincias del país, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que apuntó que miles de personas salieron a las calles de Tartús, Latakia, Baniyas, Homs, Alepo, Idlib, Deir al Zur y Al Hasakah.

Los festejos también se extendieron a «pueblos habitados en su mayoría por ciudadanos de la comunidad alauí», la minoría religiosa a la que pertenece Al Asad, tras «la caída del régimen» de la familia del mandatario, en el poder en Siria desde hace casi 54 años.

En Tartús y Latakia, «miles de personas salieron a las calles para expresar su alegría y destruyeron las estatuas de Hafez al Asad», el padre del mandatario fallecido en el año 2000.

Los rebeldes entran y toman a Damasco en Siria

El Observatorio apuntó que tras el derrocamiento de Al Asad los rebeldes abrieron las puertas de «cárceles y centros de detención», como la infame prisión de Saydnaya a unos 30 kilómetros al norte de Damasco y otras en Adra y Homs, de donde «fueron liberados miles de presos».

Esto se produce pese a que la coalición rebelde islamista liderada por el Organismo de Liberación del Levante, que tomó hoy el control de Damasco, anunció un toque de queda en la capital siria de trece horas.

«El Mando de Operaciones Militares anuncia el toque de queda en la ciudad de Damasco a partir de las 4 de la tarde y hasta las 5 de la madrugada», según un escueto comunicado de los rebeldes.

Se trata de una de las primera medidas tomadas por los rebeldes en la capital, después de que pidieran respeto por la propiedad pública y privada, así como no disparar.

Los insurgentes declararon hoy Damasco «libre» del presidente Bachar al Asad tras doce días de ofensiva iniciada por una coalición liderada por el Organismo de Liberación del Levante junto a otras facciones respaldadas por Turquía para derrocar al Gobierno sirio. 

La comunidad internacional abogó este domingo por una transición pacífica en Siria tras la caída del régimen de Bachar al Asad y expresó su deseo de que el país alcance la estabilidad lo antes posible.

La Siria de la familia Al Asad, que gobernó el país árabe desde 1971, colapsó este domingo a manos de los insurgentes liderados por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe), que tomaron Damasco sin apenas resistencia tras apenas 12 días de ofensiva.


El presidente Bashar al-Assad, es la segunda generación de una dinastía familiar autocrática

Rusia, aliado de Bachar Al Assad, anunció que el dirigente había abandonado Siria y pidió a todas las partes implicadas que eviten hacer uso de la violencia y solucionen «los problemas de control del país por vías políticas».

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, calificó la jornada de este domingo como «un día histórico en Oriente Medio», durante una visita a las tropas israelíes desplegadas en los Altos del Golán ocupados, frente a la frontera con Siria.

«No permitiremos que ninguna fuerza hostil se establezca en nuestra frontera», agregó el líder israelí.

Todos los países dijeron estar tomando medidas para garantizar la seguridad de sus ciudadanos residentes en Siria.

El presidente electo de EEUU, Donald Trump, relacionó directamente la caída de Al Asad con la guerra en Ucrania, que ha obligado a Moscú a reducir su presencia militar en Siria, donde se instaló cuando comenzó la guerra en 2011 en apoyo al régimen de Damasco.

La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, dijo que el fin de la dictadura de Bachar al Asad es «positivo y largamente esperado» y subrayó que la prioridad de la UE ahora «es garantizar la seguridad en la región».

El Gobierno chino señaló en un comunicado que «sigue de cerca» la situación de Siria y espera que la estabilidad «vuelva cuanto antes» al país.

Vía: Unión Radio

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