El derrumbe del puente Francis Scott Key de Baltimore, que causó la muerte de seis trabajadores latinoamericanos, detuvo el tráfico marítimo, de entrada y salida, en uno de los puertos más importantes de Estados Unidos y las estimaciones indican que se perderán al menos 9 millones de dólares diarios hasta que sea habilitado nuevamente.
Nueve años planificándolo y cinco para construirlo, pero el Francis Scott Key se derrumbó en ocho segundos tras el impacto del portacontenedores Dali, con bandera de Singapur. La cifra de muertos asciende a seis, según ha indicado el Gobierno estadounidense.
Según el secretario de Transporte de los Estados Unidos, Pete Buttigieg, el efecto para la economía estadounidense del bloqueo del puerto de Baltimore tras el derrumbe del puente «no será trivial».
Y aunque se resistió a concretar el coste del colapso del puente, explicó que el valor de las mercancías que circulan cada día por las instalaciones portuarias es de entre 100 y 200 millones de dólares al día. También se calcula que la pérdida de tráfico marítimo cueste 9 millones de dólares al día.
El puerto de Baltimore es el noveno puerto más activo de EE. UU. y el más activo para el transporte de automóviles, con al menos 750.000 vehículos en 2023, según datos de la Administración Portuaria de Maryland.
Los fabricantes General Motors y Ford han anunciado que redirigirán los envíos afectados y dejaron claro que el impacto iba a ser mínimo.
En lo que va de mes, Mazda ha sido la empresa que más importaciones realizó a través de Baltimore por valor en dólares, seguida de Mercedes-Benz, Subaru, Mitsubishi y Volkswagen, según datos recopilados por Bloomberg.
Según afirmó a Bloomberg el fabricante Mercedes-Benz, otro tiburón empresarial del puerto de Baltimore: “estamos en estrecho contacto con nuestros proveedores de servicios logísticos y estamos supervisando continuamente la situación».
Por lo tanto, las empresas que dependen de las instalaciones portuarias de Baltimore diversificaran los envíos hacia otros puertos, que según los analistas, serán Nueva York y Nueva Jersey. Porque además de automotriz, otras industrias también dependen del puerto: maquinaria pesada agrícola, construcción y carbón.
El grupo de ocho trabajadores de la construcción, todos latinoamericanos, que estaban tapando baches en el puente Francis Scott Key, cuando el buque Dali embistió la infraestructura. Dos de ellos fueron rescatados con vida, mientras que se dio por muertos a los otros seis.
Aunque no ha trascendido la identidad de la mayoría de los fallecidos, se conocen sus nacionalidades: dos mexicanos, un salvadoreño, un hondureño y dos guatemaltecos.
Las autoridades ya investigan las causas del accidente, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés) tiene en su poder la caja negra del barco, que está siendo analizada.
Vía: France 24