La plataforma de pago digital, Zelle, anunció recientemente que suspenderá sus operaciones en Venezuela a partir del próximo 30 de noviembre.
La decisión del sistema estadounidense de bloquear las operaciones a través de la plataforma de pagos peer-to-peer, se dan por la exigencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) y por los engaños financieros vinculados al uso de aplicación en la nación sudamericana.
Esta herramienta es ampliamente usada por los venezolanos desde hace algunos años. Esto se incrementó luego del desplome del bolívar y un largo proceso de hiperinflación que impulsó la dolarización en el país.
Esta herramienta puede ser usada para operaciones ilícitas cuando no se conoce la procedencia de los fondos, por eso ya bancos como el Wells Fargo y CHASE, habían restringido el uso de esta plataforma en Venezuela.
Dichas restricciones estarían vinculadas a prácticas indebidas, como el uso de cuentas personales para recibir pagos de comercios y prestar cuentas para depósitos de terceros.
La problemática de las estafas con Zelle llevó a la empresa gestora a iniciar reintegros a las víctimas. Esto desencadenó una batalla legal en los Estados Unidos.
Sin embargo, la situación se extendió a nivel internacional, y en el caso de Venezuela, el aumento de estafas y reclamos impulsó a la banca estadounidense a limitar el uso de la aplicación.
Este sistema de pagos es propiedad de siete de los bancos más grandes de Estados Unidos, los cuales, anunciaron este mes que reembolsarán el dinero a las víctimas de estafas desde el 30 de junio de este 2023. Aunque no existe ninguna ley que responsabilice a Zelle de cumplir con estos pagos, las entidades bancarias detrás de la plataforma no se quieren ver más involucrados en este escándalo y prefirieron asumir la responsabilidad.