El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silvainauguró este martes la cumbre suramericana con un llamamiento a retomar la integración regional mediante un foro que esté más allá de las ideologías y comience a funcionar de inmediato.

En la apertura de la cumbre, Lula propuso crear un «grupo de alto nivel», formado por representantes de los presidentes, que prepare en un plazo de 120 días una nueva «hoja de ruta para la integración de Suramérica».

A la cumbre asisten los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce; Chile, Gabriel Boric; Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Guillermo Lasso; Guyana, Irfaan Ali; Paraguay, Mario Abdo Benítez; Surinam, Chan Santokhi; Uruguay, Luis Lacalle Pou, y Venezuela, Nicolás Maduro. Perú está representado por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.

El presidente, Nicolás Maduro, fue el primer mandatario en llegar a la sede de la Cancillería brasileña, para asistir a la cumbre suramericana que se celebra este martes.

Maduro no hizo declaraciones al entrar al Palacio de Itamaraty, donde fue recibido por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha convocado esta cita con la intención de discutir alternativas para retomar el proceso de integración regional.

A la cumbre de Brasilia también asistirán los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Bolivia, Luis Arce; Chile, Gabriel Boric; Colombia, Gustavo Petro; Ecuador, Guillermo Lasso; Guyana, Irfaan Ali; Paraguay: Mario Abdo Benítez; Surinam, Chan Santokhi; Uruguay, Luis Lacalle Pou.

La presidenta peruana, Dina Boluarte, única ausente y quien no ha podido viajar a Brasilia, estará representada por el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola.

Según el programa difundido por las autoridades brasileñas, cada uno de los mandatarios intervendrá en una primera plenaria, y tras el almuerzo, celebrarán una sesión completamente cerrada, definida como «Diálogo entre los Presidentes».

La clausura está prevista para las 18.00 hora local (21.00 GMT), tras lo cual algunos presidentes regresarán a sus países y otros asistirán a una cena que Lula ofrecerá en el Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.

El objetivo de esta cumbre, según las autoridades brasileñas, es retomar el diálogo y analizar la posibilidad de que la región vuelva a contar con un foro de integración «puramente suramericano», que sea «permanente, inclusivo y moderno». 

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