PDVSA asignó un cargamento de petróleo a una unidad de la petrolera italiana Eni para embarque en febrero, el primero que se permite a la firma italiana tras la suspensión del contrato de suministro por la nueva administración de la estatal venezolana.
Eni y la petrolera española Repsol recibieron en mayo del año pasado autorizaciones del Departamento de Estado de EE.UU. para exportar petróleo venezolano a Europa como forma de pago de las deudas que tienen pendientes con Venezuela y dividendos atrasados, una excepción a las sanciones petroleras estadounidenses contra Venezuela.
Las asignaciones de cargamentos, que se autorizaron de forma intermitente el año pasado, no se habían producido en 2023, a causa de una auditoría intensiva instruida por el nuevo presidente de PDVSA, Pedro Tellechea, para revisar y modificar las condiciones de pago de algunos clientes, a excepción de Repsol y la petrolera cubana.
Eni recibió dos cargamentos de crudo diluido venezolano en junio y julio y otros dos envíos en noviembre de 2022, dijeron fuentes a Reuters.
El crudo se exportó en buques fletados por Eni y se entregó parcialmente a refinerías de petróleo de Repsol en España, según los documentos de PDVSA y los servicios de seguimiento de buques.
La petrolera estadounidense Chevron, que también fue autorizada por Washington el año pasado a recibir cargamentos de petróleo venezolano por deudas, exportó en enero 2,3 millones de barriles de crudo pesado a Estados Unidos.
En lo que va de febrero, Chevron ha exportado un cargamento petróleo venezolano a su refinería de Pascagoula, Mississippi, y otro está a punto de salir de Venezuela, según mostraron los datos de seguimiento.
