Cada 7 de agosto la Iglesia Católica celebra a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo.

“En el oratorio rendimos a Dios el homenaje de la adoración, en el hospital le encontramos personalmente», solía decir este noble hombre, conocido también como el “santo de la Providencia”.

Cayetano de Thiene fue un presbítero italiano, fundador de la Orden de Clérigos Regulares, cuyos miembros se hacen llamar teatinos.

Nació en Vicenza (Italia) el 1 de octubre de 1480, y murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547.

San Cayetano fue un hombre de un ardor e inquietud apostólica muy grandes. Ya desde los años en Venecia expresaba: «No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al banquete celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza».

Siendo contemporáneo de Lutero y habiendo tomado noticia de los peligros de la “Reforma”, no perdió oportunidad para incentivar y hacer florecer una auténtica renovación de la vida y costumbres al interior de la Iglesia, sin necesidad de quebrar su unidad. Por eso, apoyó siempre iniciativas muy interesantes y novedosas.

 

Vía: ACI Prensa