Hoy la Iglesia Universal celebra la Fiesta de la Divina Misericordia, establecida por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos el 23 de mayo del 2000 por indicación de San Juan Pablo II, para que tenga lugar el Segundo Domingo de Pascua.

El objetivo de esta Fiesta es hacer llegar a los corazones de cada persona el mensaje de que Dios es Misericordioso y ama a todos.

“Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea un refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores”, le dijo Jesús a Santa Faustina.

“Las almas mueren a pesar de mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de mi Misericordia. Si no adoran mi misericordia morirán para siempre”, le señaló Cristo a la santa en otra ocasión.

 

En este día los fieles pueden obtener indulgencias plenarias y con el fin de celebrar apropiadamente esta festividad, se recomienda rezar la Coronilla de la Divina Misericordia.

La esencia de la devoción se sintetiza en cinco puntos fundamentales:

 

  1. Debemos confiar en la Misericordia del Señor.
  2. La confianza es la esencia, el alma de esta devoción y a la vez la condición para recibir gracias.
  3. La misericordia define nuestra actitud ante cada persona.
  4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra condición para recibir gracias.
  5. El Señor Jesús desea que sus devotos hagan por lo menos una obra de misericordia al día.

 

Vía: ACIPRENSA

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