“Mediante el Rosario, el creyente obtiene abundantes gracias”, San Juan Pablo II.
Según el Beato Alano, estas son las promesas de Nuestra Señora para quienes rezan frecuentemente y con devoción la oración mariana:
- Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
- Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
- El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.
- Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
- El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
- Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
- Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
- Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
- Libraré del purgatorio a a quienes recen el Rosario devotamente.
- Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
- Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
- Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
- Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.
- Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo.
- La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
Vía: ACI Prensa