«La ayuda del padre», la historia detrás de una fotografía que daría la vuelta al mundo en donde el Padre Luis María Padilla (algunas fuentes lo refieren como Luis Manuel Padilla), sostiene entre sus brazos a un agonizante soldado.
El 2 de junio de 1962, el fotógrafo venezolano Héctor Rondón Lovera cubrió la rebelión militar conocida como «El Porteñazo» en la ciudad de Puerto Cabello. Cuando capturaba con su cámara muchas de las drámaticas escenas del conflicto, fue testigo de la más conmovedora de todas: El capellán de la Armada, el padre Luis María Padilla, aguantaba a un soldado herido de muerte, quien aferrándose al cura, intentaba levantarse. A pesar del fuego de los francotiradores que volaba alrededor del área, Padilla, hacia su trabajo administrando los últimos ritos a los soldados moribundos.
Durante el combate, Héctor Rondón se repliega en el umbral de una sastrería desde donde logra un registro fotográfico extraordinario. Por media hora, el fuego era cerrado allí en La Alcantarilla. Los insurrectos no se veían, disparaban hasta granadas. Los tanques se fueron finalmente, dejando a los muertos. Entonces fue cuando venía un cura por la acera derecha. Es así que cómo logró capturar la conmovedora escena, la que así describió con sus propias palabras:
“Me aplastaba contra la pared mientras las balas volaban, cuando apareció el sacerdote. La verdad es que no sé cómo tomé esas fotos, tiradas en el suelo. El cura frente a nosotros se puso a revisar los heridos. Uno en el medio de la calle levantó la cabeza. El cura trató de socorrer a otro. Lo levantó. Trató de cargarlo. Yo tomé la foto».
Intentó auxiliar a un herido (el que aparece en la foto que publicaron todos los periódicos del mundo), al tomarlo por los brazos, le dijo con un grito doloroso: ‘Por ahí no’. Era que estaba ametrallado en el costado. No pudo alcanzar una ambulancia y el soldado murió en sus brazos.
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