Estados Unidos bombardeó este jueves supuestas posiciones de milicias proiraníes en Siria, el primer ataque ordenado por el presidente, Joe Biden, desde su llegada al poder, según informó el Pentágono.

“Bajo instrucciones del presidente Biden, las fuerzas militares de Estados Unidos realizaron ataques aéreos contra la infraestructura utilizada por grupos militantes respaldados por Irán en el este de Siria”, indicó Washington en un comunicado.

Estados Unidos aseguró que los ataques aéreos destruyeron “varias instalaciones” ubicadas en un punto de control fronterizo cercano a Irak y utilizadas por Kataib Hizbulá y otra milicia proiraní.

Al menos 22 combatientes de milicias proiraníes murieron este viernes en el bombardeo de la aviación estadounidense en la provincia de Deir al Zur, en el este de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. La ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, informó en un comunicado de que todas las bajas pertenecen a las filas de las milicias iraquíes respaldadas por Irán de la Multitud Popular y de Kataib Hizbulá, grupo considerado como organización terrorista en Washington.

El Pentágono explicó que el bombardeo es la respuesta a recientes ataques contra tropas estadounidenses y de la coalición internacional en Irak, así como de “continuas amenazas” contra este personal. “Esta operación lanza un mensaje inequívoco: el presidente Biden actuará para proteger al personal estadounidense y de la coalición”, afirmó el Pentágono en su comunicado.

La embajada de Estados Unidos en Bagdad fue objeto este lunes de un ataque cuando impactaron en el exterior de sus instalaciones en plena Zona Verde dos cohetes tipo Katiusha. Una semana antes, el pasado día 15, un soldado estadounidense resultó herido y un contratista murió en Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, tras el impacto de varios ‘katiushas’, tres de ellos en el aeropuerto de la capital.

Los ataques contra instalaciones estadounidenses en Irak han aumentado desde que Estados Unidos matara en enero de 2020 al poderoso comandante iraní Qasem Soleimaní mediante un bombardeo selectivo en Bagdad, una acción que fue muy criticada por las fuerzas políticas iraquíes y por las milicias proiraníes del país. De los ataques contra la Zona Verde se suelen hacer responsables grupos armados poco conocidos, pero Washington acusa directamente a Kataib Hizbulá, una milicia iraquí financiada directamente por Irán que el Pentágono ha clasificado como organización terrorista.

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