Latinoamérica en este 2021 con la esperanza de una recuperación tras un devastador año a causa del coronavirus, que deja ya más de 500.000 muertos en la región y que amenaza otra vez sus frágiles sistemas de salud con récords diarios de contagios y hospitalizaciones, continúa su proceso de expansión en jornadas de vacunación.

En las dos últimas semanas se ha ido expandiendo la vacunación en el continente con el comienzo de la inmunización en países como Costa Rica, Chile y Argentina, que se suman a Canadá y EE.UU., aunque gran parte de Latinoamérica sigue batallando para acceder a dosis suficientes.

El inicio de la esperada vacunación ha coincidido, sin embargo, con una segunda ola de la pandemia en Latinoamérica, marcada por crecientes cifras de contagios y saturación en las unidades de cuidados intensivos (UCI), una situación de la que ya habían alertado las autoridades ante el previsible impacto de las fiestas de Navidad en la propagación del virus.

Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que muestran que el nuevo coronavirus, responsable de la enfermedad COVID-19, avanza por todo el planeta sumando más de 1,8 millones de fallecidos y más de 84,5 millones personas infectadas, una cuarta parte se concentra en EE.UU. y otro 18 % corresponde a Latinoamérica, lo que mantiene al continente como el más impactado por el coronavirus.

Para el cierre de 2020 la región de Latinoamérica y el Caribe reportaba casi 16 millones de infecciones (18,75 % de la cifra mundial) y unos 510.000 decesos, que representan un 28 % del total de fallecimientos en el planeta por el virus.

Por países, tras EE.UU. e India, Brasil es el más afectado del mundo, con 7,6 millones de infecciones y unos 194.000 fallecimientos.

Aunque han aumentado las esperanzas con el inicio de las vacunaciones en este nuevo año 2021, las autoridades también temen por la ola de contagios desatada por las reuniones navideñas y el correspondiente incremento en la demanda de camas UCI, tal como ha advertido el principal epidemiólogo estadounidense, Anthony Fauci.

Este 2020, «la vida ha cambiado más allá de todo lo que podríamos haber imaginado: los sistemas de salud han alcanzado su capacidad máxima, las economías están vacilantes, las personas están separadas de sus seres queridos y las comunidades más vulnerables están soportando la peor de esta crisis», reafirma la directora para América de la Cruz Roja.

La saturación de los servicios ha sido una constante amenaza en la medida que repuntan los contagios en América, que desde mediados de año ocupa el primer lugar del mundo en número de casos.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), este ha sido de lejos el continente más afectado por la pandemia, que dejó al descubierto, además, la marcada «desigualdad y la insuficiente inversión en los sistemas de salud» en Latinoamérica.

Una muestra es cómo a lo largo del año, en medio de los picos de la pandemia, países como Panamá, Ecuador, Perú o Bolivia vieron de cerca el desborde de sus sistemas, mientras otros, como Colombia, Brasil o Chile, lograron mantener a flote los servicios con la capacidad hospitalaria a tope en varias de ciudades.

A ello se suma la grave situación de la economía de la región, que según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), se contraerá en 2020 un 7,7 % y vivirá su peor crisis en los últimos 120 años, con una tasa de desempleo del 10,7 %.

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