El papa Francisco condenó el «odioso y bárbaro» ataque perpetrado por rebeldes contra un campamento de desplazados internos en la República Democrática del Congo y que causó al menos 62 muertos después de que algunos heridos graves fallecieran en un hospital.
«Tras conocer con consternación el ataque al campo de desplazados ‘Plaine Savo’ de Ituri, en el nordeste de la RDC, que ha causado varias víctimas, la mayoría de ellas mujeres y niños, el papa Francisco pide al Padre que acoja en su paz y en su luz a los que han muerto y consuele a los que lloran su pérdida», se indica en un telegrama enviado al presidente congoleño, Felix Tshisekedi.
El papa «implora los dones divinos de sanación y consuelo para todas las personas en duelo, a quienes expresa su cercanía espiritual y profunda simpatía. Que el Señor pueda dar valor y fuerza a los familiares tan afectados, así como a todas las personas que ayudan a salvar a las víctimas», se añade en el texto firmado por el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin.
Francisco «condena firmemente este nuevo acto odioso y bárbaro que es fuente de grandes sufrimientos y desolación para el país e implora a Dios el don de la paz y la fraternidad en esta región tan mortífera», concluye el telegrama.
El ataque fue cometido por rebeldes de la Cooperativa para el Desarrollo del Congo (Codeco) en el campamento de desplazados conocido como Plaine Savo, que causaron también 36 heridos al incendiar las cabañas de lona que los desplazados usaban como alojamiento