En la noche del 3 de abril, Sábado Santo, el Santo Padre ha presidido la Vigilia Pascual en una Basílica de San Pedro prácticamente vacía debido a las medidas de contención de coronavirus. En su homilía, Francisco ha reflexionado sobre el Evangelio del día según Marcos, que relata cuando las mujeres pensaron que iban a encontrar el cuerpo para ungirlo, en cambio, encontraron una tumba vacía. Francisco asegura que “habían ido a llorar a un muerto, pero en su lugar escucharon un anuncio de vida”.

“Ir a Galilea significa, ante todo, empezar de nuevo”. El Pontífice explica en su homilía que para los discípulos “fue regresar al lugar donde el Señor los buscó por primera vez y los llamó a seguirlo” y desde aquel momento, habiendo dejado las redes, siguieron a Jesús.

En el Altar de la Cátedra en la Basílica de San Pedro, en la ceremonia que comenzó a las 7:30 p.m. (hora de Roma), el Santo Padre remarcó que Jesús “ha establecido su presencia en el corazón del mundo y nos invita también a nosotros a sobrepasar las barreras, a superar los prejuicios, a acercarnos a quienes están junto a nosotros cada día, para redescubrir la gracia de la cotidianidad”.

“Con Él, la vida cambiará. Porque más allá de toda derrota, maldad y violencia, más allá de todo sufrimiento y más allá de la muerte, el Resucitado vive y gobierna la historia”, expresó.

El Papa señaló que al encontrarse con los discípulos en Galilea, “el Resucitado les dice: ‘Volvamos a comenzar desde donde habíamos empezado. Empecemos de nuevo. Los quiero de nuevo conmigo, a pesar y más allá de todos los fracasos’”.

El Papa explica que ir a Galilea, en segundo lugar, significa “recorrer nuevos caminos”.

En cambio, ir a Galilea significa “aprender que la fe, para que esté viva, debe ponerse de nuevo en camino”, “debe reavivar cada día el comienzo del viaje, el asombro del primer encuentro” y “debe confiar, sin la presunción de saberlo ya todo, sino con la humildad de quien se deja sorprender por los caminos de Dios”.

Por tanto, el segundo anuncio de Pascua del Papa Francisco es que “la fe no es un repertorio del pasado, Jesús no es un personaje obsoleto, Él está vivo, aquí y ahora”. De hecho – recuerda el Papa – “camina contigo cada día, en la situación que te toca vivir, en la prueba que estás atravesando, en los sueños que llevas dentro. Aunque todo te parezca perdido, Él te sorprenderá”.

Tras esta invitación, el Papa expresa su tercer anuncio de Pascua: “Jesús, el Resucitado, nos ama sin límites y visita todas las situaciones de nuestra vida. Nos invita a acercarnos a quienes están junto a nosotros cada día, para redescubrir la gracia de la cotidianidad”.

“Hermano, hermana, si en esta noche tu corazón atraviesa una hora oscura, un día que aún no ha amanecido, una luz sepultada, un sueño destrozado, abre tu corazón con asombro al anuncio de la Pascua: ‘¡No tengas miedo, resucitó! Te espera en Galilea’”, alentó.

“Tus expectativas no quedarán sin cumplirse, tus lágrimas serán enjugadas, tus temores serán vencidos por la esperanza. Porque el Señor te precede, camina delante de ti. Y, con Él, la vida comienza de nuevo”, concluyó.

Francisco continuará los ritos de la Semana Santa con la misa del Domingo de Resurrección siempre en el ábside de la basílica San Pedro y después leerá el mensaje Pascual e impartirá la bendición “Urbi et Orbi”, pero esta vez en el interior y no desde el balcón central de la basílica pues la plaza está completamente cerrada por la pandemia.

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