Los candidatos a la Presidencia de Perú Keiko Fujimori y Pedro Castillo se enfrentaron el pasado domingo en el segundo y último debate, donde la derechista lanzó una lluvia de propuestas de gasto público frente a su rival izquierdista, que trató de convencer apelando a su honestidad y origen humilde.

A lo largo casi tres horas de extenso debate, la hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) no paró de disparar propuestas económicas y tildar a Castillo de machista y «tirapiedras», por los ataques a una comitiva fujimorista en la víspera en la sureña ciudad de Arequipa, sede del debate.

Al frente, Castillo trataba de mostrarse sereno y no respondió con la misma contundencia a su contrincante, más concentrado en remarcar las grandes desigualdades del país y presentarse como un hombre íntegro frente a Fujimori, que afronta una acusación de 30 años de prisión por presunto lavado de dinero.

El candidato del partido izquierdista Perú Libre se preocupó de desmentir varias informaciones lanzadas contra él como que va a confiscar los ahorros de las personas y volvió a negar una vez más que sea «comunista» o terrorista».

LA PIEDRA, PROTAGONISTA

El momento más tenso del debate se vivió al inicio, cuando Fujimori mostró una de las piedras con la que un grupo de simpatizantes de Castillo atacó a la comitiva fujimorista, parte de los distintos episodios violentos que se han dado por parte de ambos bandos en esta polarizada campaña.

UNA PROPUESTA TRAS OTRA

Entre la multitud de propuestas económicas de la candidata del partido fujimorista Fuerza Popular está la subida del salario mínimo.

En educación, Fujimori planteó construir 3.000 nuevos colegios, entregar seis millones de computadoras, subsidiar el internet en las escuelas y ampliar programas sociales las becas universitarias Beca 18, mientras que también anticipó que ampliará programas sociales como Pensión 65 y Juntos, enfocados en población vulnerable.

Para la salud prometió tener a toda la población vacunada contra el covid-19 para final de año, algo en lo que también coincidió su contrincante, así como fortalecer el primer nivel de atención sanitario.


CASTILLO RENUNCIA A SUELDO

Por su parte, Castillo planteó la universalidad de la salud, internet gratuito en las escuelas, una descentralización de universidades y acceso libre a ellas, así como ampliar el programa de pensiones público a mayores de 60 años y otros nuevos para mejorar la alimentación de la población pobre.

El bloque del debate más consistente para el maestro fue el de corrupción, donde tímidamente recordó el legado de corrupción del expresidente Fujimori y la acusación que afronta la misma candidata.

Mientras Castillo cerró el debate apelando a que es momento de darle la oportunidad a un hombre andino para que recupere la dignidad del pueblo peruano, Fujimori prometió construir «un nuevo camino» con las pruebas que les lanzaron.

Ambos candidatos llegaban al debate con una igualdad máxima, en un virtual empate técnico según los últimos sondeos publicados a una semana de las elecciones, donde más de 25 millones de peruanos están convocados a las urnas el próximo domingo 6 de junio para elegir a la persona que gobernará Perú los próximos cinco años.

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