El primer ministro francés, Jean Castex, ha anunciado este jueves un nuevo confinamiento en 16 departamentos del país, entre los que se encuentra Île-de-France, la región de París. París y otras regiones francesas se confinarán a partir de mañana viernes.
Las universidades y escuelas permanecerán abiertas, así como el comercio esencial pero solo se autorizarán desplazamientos en un límite de 10 km. El toque de queda oscilará entre las 18 y las 19 horas.
La incidencia roza los 500 casos por cada 100.000 habitantes en Italia y Francia.
Las restricciones aplicadas hace siete días en las localidades de Niza y Dunkerque, los centros comerciales no alimentarios de más de 5.000 metros cuadrados tendrán que cerrar.
A los veinte departamentos que se encontraban ya en alerta roja por presentar una tasa de incidencia superior a 250 positivos por cada 100.000 habitantes se suman ahora otros tres: Altos Alpes, en el sudeste; Aube, al este de París, y Aisne, al noreste de la capital.
Las medidas entrarán el vigor este viernes, según ha anunciado Castex. Además, «los viajes interregionales quedan prohibidos, exceptuando razones profesionales o justificaciones importantes», ha destacado el primer ministro.
Con cerca de 1.200 pacientes hospitalizados en UCI, la región parisina es la que tiene la mayor tasa de incidencia del país. El Gobierno considera que Francia vive una forma de una tercera ola del virus en el país.
«El confinamiento es una medida extremadamente difícil para el país y hemos dicho que la tomábamos como último recurso», ha declarado el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, para quien el dispositivo se debe tomar sobre la base de hechos, no de hipótesis.
En estos 23 departamentos, la campaña de vacunación se acelerará a partir de este mismo viernes, con 135.000 dosis y una vigilancia acrecentada con el cierre de centros comerciales que tengan más de 10.000 metros, además de la prohibición de reunión los fines de semana en lugares donde se concentra un mayor número de población.
El primer ministro ha recordado que la expansión del virus se ha acelerado en los últimos quince días, y que la cepa británica representa ya el 60 % de los casos positivos en Francia.