El 21 de diciembre de 2020, Júpiter y Saturno se cruzarán en el cielo nocturno y por un breve momento, parecerán brillar juntos como un solo cuerpo celeste.

La conjunción de este año es diferente por al menos dos razones. La primera es el grado en que los dos planetas estarán alineados. Los expertos predicen que aparecerán más cerca que en casi ocho siglos y también más brillantes.

Pero el segundo factor, y el que ha puesto este evento en el centro de atención, es que ocurrirá en el Solsticio de Invierno, justo antes de Navidad.

El momento ha llevado a una especulación sobre si este podría ser el mismo evento astronómico que la Biblia dice que llevó a los Reyes Magos a José, María y el recién nacido Jesús: la estrella de Belén.

La historia de la estrella de Belén ha fascinado a muchos lectores, tanto antiguos como modernos.

Dentro del Nuevo Testamento, se encuentra en el Evangelio de Mateo, un relato de la vida de Jesús del primer siglo que comienza con la historia de su nacimiento.

La teoría de que la conjunción de Júpiter y Saturno puede ser la estrella de Belén no es nueva.

Fue propuesta a principios del siglo XVII por Johannes Kepler, un astrónomo y matemático alemán. Kepler argumentó que esta misma conjunción planetaria alrededor del 6 a.C. podría haber servido de inspiración para la historia de la estrella de Mateo.

Kepler no fue el primero en sugerir que la estrella de Belén pudo haber sido un evento astronómico reconocible.

400 años antes de Kepler, entre 1303 y 1305, el artista italiano Giotto pintó la estrella como un cometa en las paredes de la Capilla Scrovegni en Padua, Italia.

Algunos académicos sugirieron que lo Giotto lo hizo como un homenaje al cometa Halley, que los astrónomos determinaron que fue visible en 1301, en uno de sus vuelos regulares más allá de la Tierra.

La historia de la estrella de Mateo se basa en un conjunto de tradiciones en las que las estrellas están conectadas a los gobernantes. El surgimiento de una estrella significa que un gobernante llegó al poder.

A la luz de tales tradiciones, la historia de la estrella del libro bíblico de San Mateo existe, no para informar a los lectores sobre un evento astronómico específico, sino para respaldar las afirmaciones que él hace sobre el carácter de Jesús.

Por lo tanto, es probable que la próxima conjunción de Júpiter y Saturno no sea un regreso de la estrella de Belén, pero Mateo probablemente estaría complacido con el asombro que inspira en quienes lo anticipan.

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