El jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, que encabeza una rebelión armada contra la cúpula militar rusa, aceptó detener su marcha hacia Moscú e iniciar negociaciones para reducir las tensiones tras una mediación del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.
«Yevgueni Prigozhin aceptó la propuesta del presidente bielorruso sobre del avance de los efectivos de Wagner en territorio ruso y pasos futuros para reducir las tensiones», informó el servicio de prensa de Lukashenko en Telegram y recoge además la agencia oficial de Bielorrusia, BELTA.
Por su parte el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló en una llamada telefónica este sábado con los mandatarios de Francia, Alemania y el Reino Unido para discutir «la situación en Rusia» después de la declaración de rebeldía armada de los mercenarios de Wagner contra Moscú y afirmaron «su apoyo inquebrantable a Ucrania».
«El presidente Biden habló hoy con el presidente Emmanuel Macron de Francia, el canciller Olaf Scholz de Alemania y el primer ministro Rishi Sunak del Reino Unido. Los líderes discutieron la situación en Rusia. También afirmaron su apoyo inquebrantable a Ucrania», anota un comunicado de la Casa Blanca.
La reacción de Washington sigue a la declaración de rebeldía del jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, quien anoche afirmó tener bajo control el Estado Mayor de las fuerzas rusas en la ciudad de Rostov, en el sur de Rusia.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó de «traición» la sublevación iniciada anoche por Prigozhin y aseguró, en un mensaje a la nación por la televisión pública, que los responsables «pagarán por ello».
El alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, calificó hoy de «difícil» la situación en torno a la capital debido a la rebelión armada de los mercenarios del Grupo Wagner, que se acercan en columnas a la ciudad, y decretó el lunes próximo día no laborable.
Sobianin pidió a los moscovitas que no se desplacen por la ciudad si no es absolutamente necesario, pues es posible que se haya bloqueado el tráfico en ciertas carreteras.
Entre tanto, los tres estados bálticos -Estonia, Lituania y Letonia- se mantienen en estrecho contacto con Finlandia y Polonia, mientras refuerzan el control sobre su frontera con Rusia, desde su condición de países que componen el flanco oriental tanto de la OTAN como de la Unión Europea (UE).