Mary Anne Radmacher: “No hay un pequeño acto de amabilidad. Cada acto compasivo hace grande al mundo”.
Tal vez te estés preguntando cómo se pueden aplicar estas frases sobre la compasión en el día a día. Y la realidad es que no son necesarios grandes gestos.
Una sonrisa, una mirada cómplice o un silencio que acompaña pueden ser suficientes para transmitirle al otro que comprendemos su dolor sin juzgarlo y estamos a su lado para lo que necesite.