“Siembra todos los días lo que quieres cosechar después”.
Cada uno recoge lo que siembra. Si siembras trabajo, recogerás éxitos. Por otro lado, si siembras amor, recogerás felicidad. Mientras que si siembras vientos, recogerás tempestades. En definitiva, si quieres que algo ocurra, pon todo de tu parte para que suceda.