Venezuela fue uno de los primeros países de la región en decretar una cuarentena nacional para prevenir los contagios con coronavirus. Ya antes del estado de alarma y la cuarentena por el coronavirus, Venezuela atravesaba varias crisis que limitaban la movilidad de los venezolanos.

Hace exactamente un año, el presidente Nicolás Maduro decretó «emergencia permanente» para contener la propagación del COVID-19 tras conocerse los primeros contagios en Venezuela, desde allí la mascarilla se ha convertido en un accesorio obligatorio en cualquier espacio público y muchas más restricciones comenzaban a cambiar muchos hábitos cotidianos, aún nada ha vuelto a ser como antes. 

El país cumple un año de la llegada del primer brote de coronovirus y aunque ya comenzaron las vacunas Sputnik V durante febrero y marzo del 2021, Venezuela sigue afrontando los estragos de esta pandemia, hoy ante la llegada de la variante brasileña del COVID-19 “que es más contagiosa y más peligrosa” y nuevas medidas se han reforzado.

Venezuela supera 1.400 decesos y 143.796 contagios confirmados desde marzo del pasado 2020.

A un año de decretarse la emergencia por la llegada de la pandemia, Venezuela ya recibió, hace un mes, el primer lote de 100.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik V, contra la covid-19, como parte del contrato establecido entre Venezuela y Rusia por diez millones de dosis.

La Sputnik V es la primera vacuna contra la covid-19 que recibe el país sudamericano y el lote fue recibido por la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez; el canciller venezolano, Jorge Arreaza; el ministro de Salud, Carlos Alvarado; y el embajador ruso en Caracas, Sergey Mélik-Bagdasárov.

De igual forma, este 2 de marzo arribó al país un lote de 500.000 dosis de la vacuna china contra el coronavirus.

El Ministerio para la Salud, informó que aprobó el uso de la vacuna producida en China para acompañar el plan de vacunación contra la Covid-19, convirtiéndose así en el segundo antídoto aprobado por la nación caribeña después de la rusa Sputnik V.

Para los ciudadanos en los sectores más humildes del país la cuarentena también se ha convertido en un desafío cada día más difícil de cumplir. La escasez de agua, gasolina, medicinas y alimentos se unen a una hiperinflación que obliga a muchos venezolanos a salir de casa para ganarse el pan de cada día, buscar agua o gasolina para atender las emergencias.

Según reportes de Fedecámaras, Conindutria, Consecomercio y del mismo Gobierno Nacional, las prolongadas medidas de confinamiento y cuarentena han afectado gravemente las finanzas de todo el país, previamente ya golpeado por una severa depresión por la falta de producción petrolera, el deterioro de los servicios públicos, la escasez de divisas, y mermada aún más tras las sanciones económico-financieras de la administración Donald Trump. 

Maduro decretó al inicio de la pandemia medidas para reducir el impacto económico del aislamiento; como ratificar la inamovilidad laboral, suprimir del pago de alquileres de comercios y viviendas durante seis meses e implementó un plan de pago de nóminas para la pequeña y mediana industria, hasta agosto de 2020. A mediados de año 2020 en Venezuela se ha establecido una inusual cuarentena intermitente, conocida como el sistema 7+7, en la que se alternan las restricciones con la relajación de las medidas.

Además unos cuatro millones de trabajadores en el sector informal o por cuenta propia comenzaron a recibir a finales de marzo el bono “Quédate en casa”, por el equivalente a unos seis dólares al cambio oficial para ese entonces fecha mediante el Sistema Patria.

La situación macroeconómica, agravada por los efectos socioeconómicos de la pandemia de COVID-19, es «particularmente preocupante para Venezuela”, destaca el informe publicado en noviembre de 2020 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que prevé una contracción del PIB del país en un 25%.

En medio de un estado general de empobrecimiento, el Gobierno estudia medidas para ofrecerle más opciones al sector privado, especialmente relacionadas con la importación de productos, y profundizar la dolarización de la economía en el contexto de la Ley Antibloqueo, un instrumento diseñado para ofrecer ventajas a los capitales que se arriesguen a invertir en el país.

Las medidas, acciones y políticas implementadas en etapas por la Comisión Presidencial para la Atención, Prevención y Control del Covid-19 han derivado hasta ahora en una contención de los contagios y de los decesos por causas del coronavirus.

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